En 1850 con sólo 23 años llegó a Argentina, procedente de Colonia, Alemania, Otto Bemberg, pero no fue hasta 1921, alentado por su hijo y gran compañero en los negocios, Otto Sebastián, cuando se puso en marcha la fábrica de cervezas bautizada con el nombre " Cervececía y Maltería de los Andes", haciendo honor a la cordillera que les proveía de agua de excelente calidad procedentes del deshielo.
El proyecto más singular de la tradicional cervecera ha concluido en la construcción del primer bar inclinado del mundo.
El objetivo era conseguir servir cada cerveza con la inclinación perfecta y la espuma justa, y no se les ocurrió otra cosa que poner la arquitectura y la inclinación natural de las montañas de Mendoza al servicio del servicio de la cerveza. Inclinar el vaso les pareció poco y decidieron inclinar el bar 45º. Barra , sillas, mesas, suelo y por supuesto el grifo de cerveza.
Muy a mano no nos pilla para tomarnos una cañas pero ganas dan muchas de ir a conocerlo.
Y mientras planeamos el viaje, ¿ te apetece compartir con nosotros cuál es tu bar favorito ?
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