¡A TU SALUD!

Por Mar Sánchez

Cuando en esos momentos de festejo y alegría levantamos nuestra copa de vino para entrechocarla con los que comparten la velada, y mirándoles fijamente a los ojos (esto es muy importante) decimos “salud”, queremos expresar en una sola palabra nuestros mejores deseos para todos los presentes.

Mejor no remontarnos a la época romana en la que el objeto del brindis no era otro que hacer salpicar el preciado líquido entre las copas para asegurarse que nadie había puesto veneno en ellas. Yo prefiero el concepto actual del brindis en el que el fin último del gesto es la celebración.

Pero al decir “a tu salud” no somos conscientes de cuánta verdad encierra esta expresión. Apenas una copa de vino contiene grandes dosis de salud para nuestro cuerpo además de para nuestro alma. No lo digo yo. Aunque lo del alma es fácil de comprobar por todos, las bonanzas que produce en nuestro organismo hay estudios científicos que las confirman.

Los antioxidantes del vino y su acción cardiovascular son por muchos conocidos, pero ¿sabías que un consumo moderado puede tener efectos positivos frente al deterioro cerebral?. Los polifenoles del vino ejercen una extraordinaria acción protectora de nuestras neuronas, retrasando enfermedades como la demencia senil.

El etanol, otro de los componentes del vino reduce el colesterol malo y aumenta el bueno, y la acción bactericida del mosto fermentado puede evitar enfermedades intestinales como la salmonella. Sus efectos positivos sobre enfermedades como la osteoporosis también han sido demostrados y parece que hay una clara relación entre un consumo moderado de vino y la longevidad.

Por supuesto yo no soy quién para ratificar las bondades del vino desde el punto de vista científico, pero mi recomendación es que lo consumas con moderación y no te olvides nunca de decir ¡ a tu salud !

2 comentarios:

  1. Invita este comentario a tomar una copa de vino. Mi abuelo convivía con una botella de un buen vino manchego sobre la mesa camilla. Debajo el brasero. Un vasito pequeño a sorbitos cortos. La imagen se repetía todos los días. Vivió hasta los 91 años. Aprendí que el vino es bueno para la salud.

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