El vino no se sirve en copa

Por Mar Sánchez

Son muchos los productos en los que podemos disfrutar del vino sin tener que descorchar una botella.
El vino ha sido siempre apreciado en gastronomía. Compañero íntimo en muchas recetas de cocina a las que potencia el sabor, y protagonista indiscutible en otras tantas en las que deja de ser un segundón para convertirse en el ingrediente estrella que da su nombre o apellido a un suculento plato.

¿Quién no recuerda las peras al vino de la abuela? ¿ o esas deliciosas reducciones al Pedro Ximénez que pusieron tan de moda la carta de muchos restaurantes ?.
El vinagre de vino es un producto elaborado con éxito y marcada reputación por importantes bodegas, pero algunas van más allá, con apuestas curiosas como la sal de vino elaborada por la bodega Abadía Retuerta, que con ayuda de su asesor bordelés Pascal Delbeck ha rescatado una fórmula del siglo XVI para macerar la famosa sal de la isla de Ré con los vinos de sus mejores pagos.
Las bodegas alicantinas Enrique Mendoza se han unido con los maestros chocolateros de Valor para crear los bombones al vino, cuatro maridajes de autor que ensamblan a la perfección el cacao y los taninos.
Otra buena opción para golosos es la línea de helados de vino que comercializa la marca americana Wine Cellar Sorbets . Nueve sabores deliciosos entre los que podemos encontrar el helado de Champagne y el de sangría.
Además de los placeres del paladar, la uva se ha convertido también en gran aliada para la cosmética y los tratamientos de belleza, pero merece la pena dedicar un capítulo a describir y alabar las bonanzas de la vinoterapia, así que os emplazo a la próxima publicación del blog de Entre Cepas.

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